BICARBONATO: ¿ANTÍDOTO CLÁSICO O ANTIARRÍTMICO?
Palabras clave:
BICARBONATO, ANTÍDOTO, ANTIARRITMICO, ANTIDEPRESIVOS TRICÍCLICOSResumen
El bicarbonato tiene escasa evidencia como antídoto y su presencia en la literatura científica, dentro de las revisiones de antídotos, es poco frecuente y aún menos, en las revisiones sistemáticas del tema. Sin embargo, tiene un efecto beneficioso en determinadas intoxicaciones que se basa en su mecanismo de acción y que permite considerarlo como un antídoto clásico en las intoxicaciones por antidepresivos tricíclicos (ATC).
Este efecto se debe a que el bicarbonato altera la polarización de la célula e incrementa la unión a proteínas, con lo que se reduce la fracción libre del fármaco que origina la intoxicación. Además, estabiliza el miocardio al incrementar el nivel de sodio y contrarresta el bloqueo de los canales de sodio y por último, corrige la acidosis si ésta está presente, aunque su efecto se produce también en ausencia de acidosis e incluso en situación de alcalosis1,2.
Entre los años 1950 y 1980 los ATC fueron usados de forma extensa para el manejo de la depresión y otros desórdenes psiquiátricos. Si bien los inhibidores de la recaptación de serotonina, entre otros, han reemplazado a los antidepresivos triciclicos, todavía se usan tanto para el manejo de la depresión como en otras indicaciones: dolor neuropático, migraña, enuresis, déficit de atención y trastornos de pánico, entre otros. Por lo tanto, es importante conocer la intoxicación por antidepresivos tricíclicos ya que puede ser una amenaza para la vida.
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